Prendiendo con Agua
Fiskales Ad Hok abriendo la Barrikada
Para Adrían, parte del Centro de Investigación Escenika (CIE), existe un buen balance de todos estos años. Da mucha pena que el juicio que tenían en su contra lo hayan perdido, el Estado no se podía permitir que una casa de casi 200 millones de pesos (si hablamos solo de la casa, porque el terreno vale el doble) esté siendo ocupado por locos artistas. Pero la cosa ha funcionado, distinto a como se vive el arte para los burócratas de corbata. Incluso antes tomarse la casa el CIE-AKI estuvo “mandando proyectos al FONDART y todo eso. Pero lamentablemente necesitamos diez años de carrera como para poder aspirar a la mitad de que hacemos aquí hoy… y no tenemos diez años de carrera…”, nos decía Alex el 2006. Finalmente la ocupación fue una mejor solución, porque no se esperó soluciones que vinieran de afuera, no se tuvo que seguir compitiendo con otros, sino hacer y vivir el arte.
La Barrikada cultural del 9 de mayo tuvo ese gusto especial, el juicio se ha perdido, la orden de desalojo es inminente, pero los sueños no se desalojan, se vuelven a depositar en nuevos espacios, porque los monumentos y los edificios son solo materia, simples construcciones que puedes desaparecer de un solo movimiento telúrico, si lo importante es lo vivido en todo estos años donde según Adrian, con quien conversamos antes de salir a tocar, recorrieron miles de personas. Se mostraban tranquilos, conformes con lo vivido, muchas generaciones se han encontrado en este palacio: el colectivo Memoria 119 es uno de ellos, que luego de buscar mucho espacios, entre ellos Londres 38, encontraron a estos locos lindos que le ofrecieron un espacio, ya que ellos aprendieron de “estos viejos” que la memoria era muy importante para la construcción. Una tocata de fríos, con pacos haciendo el ridículo cuando quisieron apagar los equipos, pero se dieron cuenta que el escenario se encontraba dentro de la Okupa, ósea un recinto privado si ocupamos su lenguaje. Eran las 12 y la Tomi ya había delirado, y salieron las escobas y los punkis comenzaron a limpiar la calle… y que dirá el santo padre que vive en Roma, ah?